Luminotecnia N 140
A pesar de su carácter nacional, las tradicionales Jornadas Argentinas han ganado —a lo largo de los años— un renombre que excedió nuestras fronteras; de manera creciente se reciben trabajos de una diversidad de países de la región y hasta de Europa. Algunos no dudan en asistir en forma personal, atravesando fronteras, como en este caso, desde Chile y Brasil. Sin proponérselo, de una manera natural, las jornadas nacionales Luz se han ido haciendo internacionales, iluminando el conocimiento y difusión de la luminotecnia por todos lados y rebasando nuestras fronteras, los últimos eventos declaran el español, portugués e inglés como idiomas oficiales para los trabajos que se presenten. No son frecuentes en la región los encuentros técnico-científicos de esta naturaleza y el renombre de 50 años de jornadas es gravitante para quienes quieren mantenerse actualizados, discutir sus propias experiencias o anticiparse a las tendencias.
El lema “Iluminando para el desarrollo sostenible” planteó los ejes temáticos de las Jornadas de Los Reyunos y los trabajos discutidos —muy buenos todos, algunos excelentes— abarcaron desde la eficiencia energética, los múltiples aspectos de la implementación de tecnología led hasta las preferencias de los usuarios, la eficiencia visual y el aprovechamiento de la luz natural; también las consideraciones para la conservación de cielos libres de polución de luz, para que las estrellas y el cielo nocturno puedan ser nuevamente apreciados. La abrumadora participación de jóvenes fue motivo de asombro, al menos para mí: el recambio generacional, tan importante para cualquier organización, está asegurado.
Además de los logro técnicos, otros aspectos de estas jornadas le dieron un brillo especial y justifican la expresión de “placenteras vivencias” que utilicé al comienzo de este texto. Me refiero a la tradicional cordialidad mendocina y a su paisaje de sol y vino. Los Reyunos es un complejo de edificios e instalaciones construidas para la ejecución de un conjunto de tres presas de embalse en el cañón del río Diamante, las cuales representan una importante generación hidroeléctrica, casi 250 megawatts. Las instalaciones, hoy transferidas a la UTN Regional San Rafael, fueron convertidas en un Centro de desarrollo Tecnológico, con laboratorios, aulas y auditorios muy bien equipados, además de un observatorio astronómico, viviendas para alojamiento y comedor. En ese increíble marco se realizaron las jornadas: un paisaje imponente domina ese espacio; majestuosos cerros que desangran su nieve con el sol mendocino y se hunden en los espejos de aguas azules de los embalses. El cielo nocturno es impoluto y el observatorio astronómico de Los Reyunos es, para el visitante del lugar, una experiencia ineludible. Todo es una sola cosa y se relaciona. El sol derrite las nieves que alimenta los ríos; el hombre embalsa el agua y riega los viñedos para que las uvas maduren. También produce energía para la iluminación. La naturaleza en Mendoza es un prodigio; pero solo el conocimiento profundo de la técnica puede hacer estos prodigios rindan sus debidos frutos, tanto en el vino como en la preservación del cielo nocturno. Disfruten de Luminotecnia.
Dr. Ing. Leonardo Assaf
Vicepresidente de AADL
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